La Papelería de oficina (II: Un Voyeur en la oficina).


En una ocasión recuerdo que Elvi, mi esposa, fue "a recogerme" a la oficina donde laboraba, tenia yo un despacho bonito, con un pequeño baño privado; esa noche Elvi llegó vestida normal, pero traia ropa aparte para cambiarse y salir a bailar, un vestido muy sexy, de color verde, escotado y muy zancón, para lucir sus lindisimas piernas y nalgas. Pero habia algo mas, pude notar en la mirada de ella, y en su charla inicial que estaba "motivada". Le dije entonces "andas caliente Elvi", ella sonrió y sin contestar se puso de pie y se dirigio a mi lugar, dandome un beso apasionado al tiempo que su mano se apoderada de mi pene sobre el pantalón, frotándolo. "No sólo caliente amor, estoy a 100 grados, porque no lo hacemos aquí mismo?" empezamos a acariciarnos, manosee sus pechos, sus pezones ya estaba erectos y duros… pero en eso sonó "la red" , mi jefe queria verme para ver un asunto de ultima hora; "caray" pense, que suerte

Pero al mismo tiempo, tocó la puerta uno de las personas que laboraba conmigo, era un buen amigo que también ya conocia a Elvi, en plan social, ella lo saludo muy efusivamente, sorprendiéndolo un poco, entonces ella me dijo: "Bueno vete a tu junta, aquí Heriberto me acompañará a platicar, verdad" dijo ella, sonriendole coqueta. No se si senti una especie de celos, o me presentimiento, la conozco y sé que en sus dias es capaz de todo, pero bueno, fui a mi junta.

Ahora dejemos que Elvi nos cuente lo que hizo:

"Pues en honor a la verdad si estaba muy caliente, pues en la comida con unos amigos y amigas de la oficina me habia sentido relajada, y mi vecino de silla habia estado mirándome las piernas por la abertura de mi falda, todo el tiempo, lo que me puso motivada; luego el taxista que me llevó a la oficina se la paso chuleádome, asi es que, bueno, decidí que entablaría charla con este amigo,

"Si no te molesta voy a cambiarme para Ulises, pues ya sabes que salimos" no te vayas, platícame, aquí desde el bañito se escucha bien.

En el bañito, efectivamente me puse el Mini-vestido, pero…quitandome pantis, y toda la ropa interior, sentia que mi vulva escurría con la sola posibilidad de tener ahi un encuentro de sexo. Me puse las zapatillas de tacon de ahuja altisimo, y deliberadamente no me subí el cierre de la espalda, para llamar a ese hombre y pedirle "el favor"; abri la puerta y le sonreí, pude ver su cara de admiracion al ver mi torneado cuerpo semidesnudo, apenas tapado con ese vestido; se acercó nervioso y me voltee, senti sus manos sudorosas subiendo el cierre, sabia yo que estaba en mi manos.

Asi es que empecé a jugar al gato y al raton, fuimos a sentarnos a la salita del despacho, quede sentada justo frente a él, y cruce mis piernas dejandole ver desde el dedo gordo del pie hasta la confluencia de mis muslos; la charla fue intrascendente, pues cada 3 minutos cruzaba y descruzaba las piernas, hasta que pude adivinar el bulto en su pantalon, (y él adivinar que no traia yo ni pantis ni nada)… "Oye amiguito, me convidas un refresco, creo que en el bañito hay un servibar; por cierto, que famita tiene este sillon,"

Porque, contesto intrigado

Porque dice mi esposo que el fin de semana, ya han sorprendido a varias parejitas de limpieza, o inclusive de personal que dizque viene a trabajar, totalmente en cueros, haciendo el amor aquí, o en el bañito" Y me reí. "imagínate, si estas paredes hablaran, las escenas tan ricas que nos describirían, hasta se antojaría, no crees?" El sonrió nervioso, desatinado.

Cuando entro él al baño, confundido, lo seguí, y al agacharse él al servibar, lo sorprendo por atrás, dandole un caderazo y repegandomele. "no te asustes" le dije, sonriendo, pero su reacción fue el llamado de la naturaleza, pues me tomo por las nalgas y me dio un apasionado beso, ahi empezo un intercurso sensacional, pues realmente los 2 estabamos super-excitados, no se como afuera no se enteraron de los gemidos que haciamos

Me incliné y saque la verga del pantalón arrodillándome frente a él y devorándola como una niña golosa de su paleta…Mmmmm, sentía riquisimo no solo sentir en mi boca aquel grande y erecto pene, sino el instante, el encuentro, el lugar…todo era fabuloso. Nos besamos luego, me metio la lengua sin respeto alguno por la mujer de su jefe, sus manos recorrian todo mi cuerpo, y las mias el suyo, por un momento pense en mi amiga, su esposa, pero en lugar de apenarme, confieso que me exitó estar fajandome a su marido; a la mejor hasta me lo agradeceria luego. Luego nos desnudamos y me sente en su verga, clvándome aquel dardo rico en mis entrañas…cuando de repente …

Y fue ahí donde entró mi esposo,

Bueno, ahora tomando yo (Ulises) la palabra, pues sucedió lo que me temia, mi ardiente esposa estaba totalmente desnuda, sentada sobre este amigo, sobre la tapa cerrada de baño; era un vision que no olvidaré, pues solo usaba ella sus zapatillas negras, su desnudo y blanco cuerpo subia y bajaba dejandose caer en la verga de mi compañero, quien gemia y se dejaba llevar por el instante. Ni siquiera se percató de mi presencia el amigo.

Elvi fijó en mi su mirada, retante, lasciva, y con sus labios pasando su lengua por ellos, me musitó "desnúdate"

No estaba yo seguro de el alcance de lo que me proponía, pero, la excitación en mi pudo más, ya toda la junta con mi jefe me la habia pasado luchando porque no se me enderezar el falo; asi es que obedecí, y me pasé directo a el sofa de la salita, sin hacer ruido. Desde ahi escuchaba los chaculeos de el pene de él, entrando en mi mujercita, y los griticos de placer de ella, semi ahogados en lujuria. Estuvieron aun 10 minutos ensayando diversas poses, hasta que ella le dijo "vamos a la salita, ahi va a estar mejor"; ella se safo del hombre y fue hacia afuera; él se incorporó, lentamente, muy exitado y atontado, y cuando salio del baño, casi se desmaya al verme ahi, sentado y en cueros, y a Elvi hincandose frente a mi, para tomar mi verga, y pasarle toda su lengua; "gustas" le dijo a él, "vamos, no seas tonto, nos encantan a mi esposo y a mi estos juegos, que tienen de malo, ? acércate"

Pero el varón seguia de pie, titubeando, asi es que ella volvio a tomar la iniciativa, y poniéndose de pie, se acerco contoneando sus desnudas caderas, retante, a él, pescándosele del cuello y dándole un fogoso beso, de ahi lo jalo al sillon, y lo sento junto a mi; entonces ella, con habilidad felina, se sentó encima de él, quedando frente a frente, y dejando que el pene del amigo se le hundiera en las entrañas; solo fueron unos segundos lo que pasaron hasta que "el" volvio a tomar su ritmo… Elvi se volvió su carita hermosa hacia mi, sonriendo de manera picara y sensual; sabia que estaba por iniciarse otro de sus juegos favoritos: Los trios y el "sandwich"

Elvy y Uli

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