El Faraón (III y final).
El panorama que se me presentaba después de mis relaciones eróticas con María era maravilloso y al mismo tiempo representaba un riesgo bastante concreto. Las reacciones de mis hermanas cuando se enteraran de lo que sucedía con cada una de ellas eran impredecibles y yo no estaba dispuesto a renunciar a ninguna de las dos . Eran distintas , muy distintas, pero habían desencadenado en mí idéntico deseo. Un deseo que ya se había apoderado de mi ser entero y que no era capaz de dominar . Más bien me sentía gratamente inmerso en ese torbellino que me abrazaba el día entero y que había ocupado mi mente sin dejar espacio para otra cosa.
Mónica regresaba esa tarde y yo estaba dispuesto a ocultarle hasta el final lo que había pasado con María , y esperaba que María guardara el secreto y de esa forma no producir alteración en mi paraíso , pero estaba muy inquieto de modo que decidí decirle a María que estaba invitado donde un amigo y que volvería tarde en la noche , de ese modo no estaría en casa cuando llegara Mónica.
Cuando volví escuche la risa de las mujeres en la sala , de modo que sin revelar mi regreso , logré pasar directamente a la pieza cerrando la puerta . Ellas no se percataron de mi llegada.
Desde mi pieza a oscuras escuchaba claramente su conversación y lo que me llamó más la atención fue el alegre temperamento de María quien reía de buena gana de lo que Mónica le contaba en relación a unos supuestos pretendientes que habían aparecido durante los exámenes a que había concurrido.
Por mi ventana ligeramente entreabierta podía observar a las mujeres que bebían un trago en medio de su creciente jolgorio. Mónica no paraba de alabar lo bien que lucía María y se alegraba de que la mayoría de sus males hubiesen desaparecido. La verdad es que Mónica me había dicho muchas veces que ella no creía para nada en las supuestas enfermedades de María.
En un momento María interrumpió el sabroso relato de su hermana menor para preguntarle bajando la voz .
-¿Tu no haz tenido nunca experiencias con hombres ? Mónica pareció sorprenderse con la pregunta y guardó silencio. María entonces le tomó una mano y apretándola entre las suyas le dijo en tono confidente.
-Vamos , eres mi hermana menor y yo te quiero tanto... deberías contarme . ¿ No te parece?- de que crees que me podría sorprender... Ya eres una mujer...bien mujer.
Mónica guardó aún otro momento de silencio y súbitamente como tocada por un resorte se puso de pie, acercó el sillón en que se encontraba lo más cerca que pudo de su hermana y le dijo.-
-¿Sabes María ?... tienes toda la razón... yo debería ser mas comunicativa contigo, pero es que tu estás siempre tan acongojada que uno se inhibe.
-Bueno eso ya no será así- dijo la mayor- ahora yo soy distinta... estoy dispuesta a cambiar...
Mónica la miró con sorpresa y luego le dijo
-En ese caso ... si eso de verdad es así ...prepárate...lo primero que quiero contarte es que ya no soy virgen ... perdí mi virginidad hace una semana...
María pareció sorprenderse , pero solamente le contestó
-¿ Hace una semana? ¿ En tu viaje ? cuéntame ... cuéntame.
- No fue en mi viaje ... María... fue antes de ir ... fue aquí- ... dijo
Mónica señalando el ámbito de la casa.
En ese momento sentí que el corazón se me aceleraba. Mónica no tenía como explicar lo que le había pasado sin contar la verdad. Nadie , ningún hombre , a excepción mía había estado en la casa en muchas semanas.
Monica continuó decidida en su relato.
-Bueno- dijo- yo no tengo miedo de contarte, aunque es difícil ... si bien creo que todo se dio en forma natural y yo no me siento culpable ... total tu también en parte eres responsable de lo que pasó...nunca te diste cuenta que , además de ser hermanos yo era ya una mujer y Fernando un hombre y seguíamos durmiendo en la misma pieza. María pareció sorprenderse ... pero no interrumpió el relato de Mónica que continuó.
-Bueno- yo no conocía íntimamente a ningún hombre, pero todas las noches dormía a un metro de uno de verdad y cuando se desarrolló comencé a mirarlo ya no tanto como mi hermano sino como un hombre. A veces lo veía desvestirse y lo que antes tenía pequeño ahora lo tenía grande. Igual como yo , nos habíamos desarrollado. Yo tenía tetas, y tenía una vulva grandiosa que me latía contantemente antes de dormirme y durante el sueño, y a veces yo tenía deseos que el me viera desnuda , pero me atrevía y otras veces tenía deseos de tocarlo y de acostarme con él pero tampoco me atrevía, hasta la noche de mi licenciatura. Cuando llegué a acostarme me di cuenta que él me estaba mirando y yo me hice como la desentendida y me empeloté completamente y el me vio y me acosté desnuda y después yo sentía que él se movía en su cama mientras yo me retorcía de calentura en la mía y yo ya no aguantaba más .
Maria había asistido a este relato . como subyugada , Mientras su hermana menor hablaba, había acercado su sillón hacia ella como para darle confianza y le acariciaba suavemente el cabello. María nunca había tenido un gesto de ese tipo con Mónica , le acariciaba las mejillas y la instó a continuar. Mónica siguió su relato.
-La noche siguiente me hice la dormida y estaba medio desnuda y destapada, entonces se lo vi. Era fabuloso , estaba corriéndose la paja , yo jamás pensé que lo tuviese tan grande- de este porte, te juro - Mónica marcaba con sus manos un espacio de cerca de 20 centímetros-... entonces no pude resistir y me metí en pelotas en su cama y nos abrazamos y empezamos a acariciarnos como locos sin hablar nada y yo se lo besaba y se lo mamaba con desesperación y el hacia lo mismo con mi vulva mojada y al final el se corrió en mis tetas y a mi me dio un gusto infinito y nos quedamos dormidos.
Monica estaba ardiendo y María tenía la respiración agitada lo que era evidente por el rítmico movimiento de su pecho.
-Tranquila mi amor -dijo Maria a su hermana. Mónica se había puesto de pie acercándose hasta tocar las rodillas de Maria y entonces continuó su relato,
- En la tarde siguiente tu fuiste al dentista , yo y Fernando quedamos solos. Yo estaba tan caliente que ya no pude resistir... vinimos aquí a la sala y aquí mismo nos empelotamos a la luz del día , nos abrazamos y Fernando me llevó al dormitorio yo me tendí en la cama con las piernas muy abiertas y se la mostré .. entonces el me montó y me lo puso en mi entrada...
En ese momento María abrazó a Mónica por la cintura y la acercó a ella acariciándole suavemente el culo dándole pequeños golpecitos. Mónica se había callado y María la incitó a continuar mientras le acariciaba los muslos debajo de la pequeña falda azul ... Vamos Mónica... por favor sigue contándome... quiero saberlo todo. Mónica continuó..
-Me lo puso en la entrada y luego empujó salvajemente y me traspasó... me partió... yo sentí que me rompía entera... entró en mi hasta tocar mi fondo y sentí la cabeza ardiente de su pene maravilloso en el fondo de mi... y comenzamos a movernos...
María en ese momento le sacó la falda a Mónica y rápidamente la despojó de las braguitas y comenzó a acariciar el culo maravilloso de su hermana menor, al tiempo que le daba suaves besos en el vientre. Mónica movía el culo en redondo y seguía hablando.
-Me tenía agarrada del culo , así como me tienes tu y yo no quería que se saliera de mi... y me lo metía más adentro hasta que comenzó a vaciarse en mi y yo sentía que un río caliente me corría por dentro y mi concha entera me latía desesperada y nos dio un gusto infinito y te juro María que es lo mas deliciosos que he vivido...
Mónica agitaba ahora el culo y las piernas mientras María le cubría los pelos del pubis de besos y aspiraba el aroma de su hermana que la tenía trastornada .
Las mujeres estaban abrazadas ahora sin decir palabras y yo desde mi escondite miraba el culo maravilloso de Mónica , mientras me masturbaba con furia porque el relato y la visión de mis hermanas me tenía loco. Se habían quedado en silencio y ahora María se había puesto de pié sin dejar de acariciar a Mónica , que era un poco mas baja que ella. Seguía acariciándole el culo y las piernas al tiempo que le daba pequeños besos en la cara como consolándola , luego comenzó a acariciarle la vulva con mucha ternura y le preguntaba.
¿ Te dolió mucho mi amor ?.. ¿ Te dolió mucho cuando te lo metió?
La menor disfrutaba las caricias ...se retorcía levemente y le decía.
-Al comienzo... pero el gusto es demasiado grande...
Sin dejar de abrazarse Las mujeres se acercaron al centro de la sala y luego de un silencio María le dijo Mónica que ella debía contarle algo, que le agradecía la confianza con que ella le había hablado porque ahora se atrevía a confesarle algo que pensó que jamás tendría el valor para decírselo. Sin dejar de acariciar a Mónica , empezó a contarle lentamente lo que había sucedido conmigo los días en que Mónica no había estado . Como ella me corría la paja diariamente para aliviar mis dolores y de que manera ella se fue calentando hasta lo insoportable . Como fue que ella se masturbó para mi y como yo descubrí su clítoris maravilloso. Mientras decía esto María se había quitado la falta y las bragas y ahora se apretaba a su hermana mientras le hablaba .
-Mónica acariciaba ahora el culo monumental de María al tiempo que le decía.
-Relájate hermanita y cuéntame con la misma confianza que yo te conté . María le hablaba con cierta rapidez.
- Fíjate que fue tanta mi calentura que nos empelotamos completamente y yo le acariciaba su miembro fabuloso con mis tetas - En ese momento María se liberó del sujetador y le presentó a su hermana sus dos inmensas uvas ardientes ...luego continuó
- Yo estaba desesperada porque Fernando me lo metiera , me traspasara como a ti y me partiera , pero debo confesarte que siempre he tenido temor a la penetración porque creo que soy muy estrecha... y tengo un terror a que me lo metan... de manera que en ese momento supremo en que los dos estabamos como locos de calentura y Fernando lo tenía como un verdadero tronco duro , grueso y palpitante , yo me di vuelta y le ofrecí el culo que me latía como loco... entonces Fernando me lo hundió con furia y yo sentí que entraba y entraba y que al parecer mi culo no tenía fondo hasta que sentí sus testículos en mi raja y comenzamos a movernos y luego sentí que el se vaciaba en mi y yo lo quise tanto y tanto porque era mi hermano y era mío y me había penetrado hasta mis profundidades.
María y Mónica estaban desnudas , se acariciaban las vulvas y sus tetas resbalaban unas sobre las otras. Las mujeres se apretaban y se besaban con locura porque sus propios relatos las habían llevado hasta las cumbres del deseo - Yo por mi parte hacía rato que me había corrido , tanto de escucharlas como de verlas porque esos cuerpos juntos eran algo que agitaba todas mis fibras.
Las mujeres ya no hablaban , únicamente se besaban , se restregaban y se apretaban las tetas casi con furia . Sin separarse un momento fueron caminando lentamente fuera de la sala dando pequeños pasos como en un baile pasional , pasaron junto a la ventana tras la cual yo me ocultaba y como si estuviesen de acuerdo entraron al dormitorio de María . Mi hermana mayor se tendió en su cama con la piernas abiertas y le dijo a su hermana.
- Ven ... por favor ..
Mónica trepo ágilmente sobre ella y hundió su pubis entre las piernas de María impulsándose repetidamente sobre ella con la agilidad propia de sus 18 años María se retorcía de placer y después de varias embestidas comenzó a gritar..
-Así ... así ... Mónica... Así... ahora.., por favor .
La pasión más desesperada se había apoderado de ellas y descubrían en cada momento formas novedosas de arrancarse orgasmos. De pronto María giró y fue ella ahora quien montaba a Monica para luego descender y comenzar a restregar sus tetas prominentes y duras en la vulva de Mónica hasta arrancarle gritos de placer que ellas no reprimían porque estaban seguras de su soledad.
Fernando ... Fernando.. somos tuyas ...somos tuyas ... decían en el paroxismo de su doble calentura.
Al cabo de un rato al parecer el placer las rindió , se besaban con ternura y María le dijo a su hermana casi al borde del sueño..
-¿ Verdad que somos de él y que lo compartiremos sin problemas.?.
- Te lo prometo... así será
Cuando parecieron estar dormidas - salí de mi escondite y silenciosamente entré en la pieza. El espectáculo de esos dos cuerpos maravillosos , desnudos , ardientes, relajados, rendidos de placer era lo mas maravilloso que había visto en mi vida . Las besé suavemente en la frente para no despertarlas y las cubrí con la sabana.
Entonces .. como entre sueños Mónica me habló con una voz salida de su pasión satisfecha.
- Somos tuyas Faraón... para siempre... Entonces volví a besarlas al tiempo que le decía
- Y yo solamente de Uds.
Parecía no haber conflictos en el paraíso.