El Jefe de familia (I).
El siguiente relato cuenta la historia de un hombre que tuvo que hacerse cargo de todas las mujeres de su familia, por las circunstancias y por ser un hombre muy bien dotado.
Roque es el jefe de una familia acaudalada de Monterrey, tiene 59 años, ya es retirado y hace 6 que es viudo. Tiene 2 hijas mujeres, María de 40 y Ana de 37, la primera de ellas casada con Carlos hace 18 años y la otra una solterona empedernida.
María y Carlos tienen una hija de 14 años llamada Carolina a la cual todos llaman Carola cariñosamente y un niño de solo 6 meses llamado Carlos igual que el padre.
Roque vive en una mansión bastante grande, a las afueras de Monterrey y con él viven su hija Ana y Dora su hermana menor, tía de Ana y María. Dora se encarga de la limpieza y Ana de la cocina. Esporádicamente también regresaba María con sus hijos cuando se peleaba con Carlos o éste tenia que viajar al extranjero por trabajo.
Roque era un hombre muy vigoroso, a su edad se mantenía en un estado atlético muy bueno debido al haber llevado una vida sana y haber realizado deportes toda su vida. Todas las mañanas en la actualidad, se levanta antes que todos y se va a nadar 30 o 40 piletas ida y vuelta. Todos sus músculos están bien ejercitados, tiene un cuerpo que representa 10 o 15 años menos que su rostro, pero desde que se quedo viudo tiene un músculo que no ejercita desde hace largo tiempo, pero eso solo hasta el comienzo de este relato.
Todo comenzó una mañana muy calurosa, en la que Roque ya había realizado su natación matinal y había regresado a su cuarto para pegarse una ducha, a la salida del baño vio a Dora que ya le había traído el desayuno y estaba cambiando la ropa de la cama, la saludo y se sentó a tomar el desayuno. Su hermana era una mujer de 49 años, viuda, entrada en carnes y con un muy buen par de tetas a las cuales Roque trataba de contemplar cuando ella andaba floja de ropas. Como esa mañana era muy calurosa Dora andaba como a Roque le gustaba y mientras tomaba su desayuno la contemplaba en todos sus movimientos tratando de que ella no se diera cuenta. En un momento Dora se tuvo que inclinar hacia delante para juntar una sabana que estaba en el suelo y el escote de su blusa se agrando lo suficiente para que Roque contemplara que no llevaba sujetador, esta visión hizo que la polla de Roque pegara un respingo que le era muy difícil simular ya que solo llevaba una bata de baño muy fina y su polla era muy grande. Dora no le dio tiempo a nada se incorporo rápidamente y quedo como petrificada al ver a su hermano empalmado como un chico de 18, Roque se hacía el distraído, como que no se diera cuenta de que Dora lo había descubierto y siguió desayunando tranquilamente, por lo que Dora siguió con sus quehaceres y miraba de reojo a su hermano para ver como seguía aquello que estaba segura que se había levantado en su honor. Dora hacia tiempo que no sabia lo que era tener un hombre para ella, por lo que ésta situación le catapulto las hormonas, sus pechos comenzaron a incharse, la vagina a mojarse y el color de su cara comenzó a ser de un rosado intenso. Mientras tanto Roque no podía hacer bajar su erección porque mirando a Dora eran cada vez más evidentes sus pezones que se traslucían sobre la tela de su blusa. Al terminar de juntar toda la ropa de cama Dora se dirigió a su hermano diciéndole si la precisaba para algo más, a lo que Roque dudo un momento y le dijo que sí, que la necesitaba para algo más, pero que le daba mucha vergüenza pedírselo porque le parecía que no era correcto. Dora, intrigada, ya algo se imaginaba de lo que él le querría pedirle, pero pensaba que por vergüenza no se atrevería a pedírselo, por lo que ella tomo la iniciativa y le dijo que estaba a su completa disposición en cuerpo y alma para lo que él le pidiese. Ante esta oferta Roque comprendió que su hermana quería guerra, entonces se desato la bata de baño, le mostró a la mujer en la condición que le había puesto y le dijo que necesitaba ayuda para ejercitar ese músculo que parecía que tenia acalambrado, Dora largo la risa y le dijo que con mucho gusto lo ayudaría. Ella llevo su mano hacia la herramienta de Roque y palpo que todavía no estaba dura del todo por lo que se arrodillo en el piso y comenzó a chupársela lentamente, él la dejo hacer a su antojo y solo le tomo la cabeza con una mano para acompañar el movimiento de vaivén, al cabo de un rato la polla de Roque casi no cabia en la boca de su hermana por lo que ésta se la saco y le dijo que parecía que este método no servia porque cada vez se le acalambraba más el miembro. Roque le pidió por favor que se quitara la ropa que deseaba verla desnuda y ella lo hizo complacida por el pedido de su hermano, al quitarse la blusa quedaron ante la vista de Roque un par de tetas enormes que le colgaban bastante pero que gracias a su gran tamaño le daban una estética muy buena a su figura, sus pezones también eran muy grandes y oscuros, después continuo con su falda dejando al descubierto unas piernas largas y bien formadas un poco llenitas pero bien firmes y por ultimo se quito la tanga que ya se encontraba mojada por los jugos de su vagina. Ya estando los dos completamente en pelotas, él la tomo de la mano y la dirigió a la cama donde solo estaba el colchón ya que Dora había quitado toda la ropa de cama para llevarla a lavar. La hizo sentar en ella y se arrodillo entre sus piernas para explorarle el chocho a sus anchas, primero separo un poco la enorme pelambre que tenia la mujer allí abajo y acercó su cara para oler el aroma que hacía tanto tiempo que no sentía, le pareció exquisito, separo un poco los labios superiores de la hembra y con la lengua comenzó a chuparle la hendidura suavemente, a lo que Dora respondió con un movimiento de caderas y un suspiro agudo. Al rato de empezar ya comenzaba a llenarse su vagina de fluidos que brotaban sin control y que el saboreaba como si de un licor se tratara. Después de unos cuantos lengüetazos se animo a ir en busca de la perla preciada de todas las mujeres la cual se encontraba escondida bajo su piel, la tomo entre sus labios y formando una "o" comenzó a chuparle el clítoris lentamente, mientras tanto con una mano le acariciaba y apretaba las tetas para exitarla al máximo. Ella apretaba fuertemente la cabeza de Roque contra su entrepierna para no perder un solo segundo de placer, gemía cada vez más fuerte a lo que él respondía con una succión más intensa y rápida, al cabo de un rato los gritos de placer, los movimientos de su cadera y el alto flujo que salía de su chocho le indicaron que se estaba corriendo y lo estaba disfrutando mucho. Cuando se calmo un poco la cosa, el se levanto y le beso apasionadamente permitiéndole a ella probar sus propios jugos vaginales, luego le pregunto si le había gustado el orgasmo que acababa de tener, ella le dijo que era lo más bueno que le había pasado desde que enviudo y que pensaba retribuirle dejándole acerle lo que él quisiese, esto le hizo recordar a Roque que su mujer nunca le dejo que se lo metiera por el culo y que era algo que sentía que tenia pendiente ya que solo lo había hecho en su juventud. Pero primero se la clavaría por el chocho para lubricar muy bien su herramienta, que con toda esa excitación había llegado ya a su plenitud de 25 cm. Dora le elogio la polla antes de que se la metiera y le dijo que era la más grande que le había tocado comerse, él la hizo acostar en el colchón le tomo las piernas y se las coloco sobre sus hombros, le dio unos cuantos mordiscos y lametadas en sus tetas y cuando la hembra le rogó por favor que la perforara, agarro la herramienta con su mano la condujo por la cueva de su hermana y de un empujón le lleno la vagina hasta la matriz quedando polla todavía fuera, comenzó con el mete y saca hasta alcanzar un ritmo acelerado al cual su hermana respondía con gemidos de placer primero ahogados para luego ya pequeños alaridos de placer que la condujeron a otro orgasmo mas intenso aun que el anterior, cuando se calmo un poco, ella le dijo a Roque si no le gustaba comerse a su hermana que todavía no había acabado, a lo que él le respondió que no fuera tonta, que sé estaba aguantando para lo mejor. Intrigada ella le pregunto, ¿qué era lo mejor para él?, a lo que él le respondió haciéndola girar en el colchón y dejándola en cuatro patas, que quería acabarle en el culo. Primero ella no estaba segura que pudiera hacerlo tenia temor de ser lastimada pero él le acariciaba tan tiernamente el cuello le besaba las orejas, la espalda, el esfínter que no se pudo resistir y le permitió que la enculara, pero le pidió que tuviera mucho cuidado, Roque la tomo por sus caderas con delicadeza y comenzó a oprimir el glande de su polla contra la entrada del culo de su hermana, ella estaba muy tensa y era imposible el acople, comenzó él a hablarle al oído suavemente, pidiéndole que aflojara los músculos de los glúteos y que se quedara tranquila que lo harían tiernamente, a lo que ella respondió con un afloje en su entrada trasera que el aprovecho para introducirle la cabeza, ella se sintió herida y quiso recular pero el no quería perder la oportunidad y la aferro fuertemente de la cintura para que no se le escapase, ella le pedía por favor que no siguiese, a lo que él saliéndole el macho de adentro le grito que se callara y disfrutara, después de esto, la tomo de los hombros y empujo su cadera contra el trasero de ella clavándoselo de un solo envión. Dora pego un grito de dolor y le dijo que la estaba reventando, pero él no la escuchaba, solo se dedicaba al meneo de su polla en el intestino de su hermana, al cabo de un rato ella dejo de gritar de dolor y comenzó a gritar de placer. Roque le hizo notar, como le gustaba igual que a él y la soltó de los hombros porque ya no necesitaba ni retenerla ni empujar contra ella, porque ahora era ella quien empujaba para atrás para sentirla más adentro. Roque ahora con las manos libres le estrujaba las tetas que colgaban y daban tumbos al ritmo de la culeada. Ya cuando estaba por venirse, Roque le comenzó a besar los hombros y en el momento de largar la leche le pego un mordisco en la espalda que casi le saca un pedazo, ella casi ni lo sintió porque también había llegado al orgasmo y confundía el dolor con el placer alcanzado. Los dos cayeron rendidos en la cama besándose como dos tórtolos. Al rato Dora se vistió y se retiro, Roque se quedo en la cama pensando que ya era hora que tuviera un poco de diversión y que de ahora en adelante se preocuparía un poco mas de su vida sexual.
Continuara........
Javier...............