Confesión.


Hola! Hace algunas semanas atrás me encontraba navegando por la Internet y tope, afortunadamente, con esta pagina. Realmente disfrute mucho leyendo alguno de los relatos que aquí se encuentran. Antes de nada me presento, me llamo Vanesa, tengo 17 años y soy de Buenos Aires (Arg). Al encontrarme con estos relatos me anime a contar mi propia historia, la cual por motivos mas que obvios, nadie sabe.

No creo ser una puta ni una come hombres, pero sinceramente desde chica me a gustado seducir a los hombres. Si bien no creo ser "una diosa del olimpo", creo que tengo como atraer a los hombres. Tengo pelo castaño claro y ojos verdes, tengo un buen cuerpo, el cual sin ser muy ostentoso, tiene todo lo que tiene que tener, y muy bien puesto. Para cuando ocurrió esto yo solo tenía 15 años recién cumplidos.

Yo vivía en Bs As en casa de mi madre. Mis padres estaban separados desde hacia ya unos 2 años, pero igual en ese tiempo yo mantenía un fluido contacto con mi padre. A pesar de la separación de mis padres y algunos otros problemas menores era una chica feliz. Tenía muchas amigas y amigos, y por supuesto, ya empezaba a descubrir cosas acerca del sexo. Para esa época estaba de novia con un chico del colegio, pero nuestra inexperiencia e inseguridad hacia que nuestros encuentros sean pequeños y en vez de satisfacerme, me dejaban en llamas. Solo nos besábamos y tocábamos.

En Diciembre de ese año, al terminar las clases y al iniciarse el periodo vacacional en Argentina, mi madre decidió irse de vacaciones por unas semanas con su novio, por lo que yo y mi hermano de 13 años fuimos a parar a la casa de mi padre. Mi padre (llamémoslo Juan, aunque ese no sea su verdadero nombre) era, y es, un hombre muy atractivo, pero no solo era atractivo sino que también, al menos para mí, era muy seductor.

La idea de tener que estar en casa de mi padre no nos gustaba mucho a mí y a mi hermano, pero a pesar de nuestras quejas no tuvimos mas remedio que aceptar lo que nuestra madre decía. MI padre vivía en un departamento bastante chico, por lo que yo y mi hermano teníamos que compartir la misma pieza. En esos días ya sin la obligación de tener que ir a clases contaba con mucho tiempo libre, por lo que decidí anotarme en un gimnasio donde poder perder un poco de tiempo y de paso modelar más mi cuerpo.

Los 1ros días en casa de mi padre fueron como era de suponer "normales", pero al 3 día ocurrió algo que sin duda alguna cambio mi vida. Yo había salido temprano con unas amigas, mi hermano había hecho la mismo con sus amigos. Le había dicho a mi papá que iba a volver a eso de las 7 de la noche, pero debido a que llovía los planes con mis amigas se vieron arruinados y tuve que regresar a casa unas horas mas temprano. Mi padre me había dado unas llaves por lo que entre a mi casa sin necesidad de llamar la atención. Al llegar al pasillo que conducía a las piezas, empece a escuchar ruidos que venían de mi pieza, me asome por la puerta y vi a mi papá tirado en mi cama oliendo mi ropa interior y masturbándose. Yo ya había visto algunos penes, pero nunca uno de un hombre mayor y menos el de mi padre!!!

Se me helo la sangre quería dejar de ver, pero no podía. Estaba aturdida, pero tan pronto como salí de ese estado deje de ver di media vuelta y salí de la casa intentando hacer el menor ruido para que mi padre no se percatara de mi presencia. Estuve caminando por horas pensando en lo que había pasado. Realmente mi padre estaba con mi ropa interior? Le gustaba yo a el? Porque había permanecido mirando por un rato y no le había llamado la atención? Regrese a mi casa intentando olvidar lo ocurrido e intentando evitar el contacto con mi padre. Esa noche estaba muy inquieta, no podía dejar de pensar en lo sucedido. Estaba muy caliente también y no pude evitar masturbarme. Estaba excitada como nunca, recordaba lo que había visto y me volvía loca. Si bien me sentía culpable por el hecho de masturbarme pensando en mi padre no podía dejar de hacerlo.

Al otro día mi hermano cayo con una noticia clave: Se iba a pasar el fin de semana a casa de un amigo. Sabia que me iba a quedar sola con mi padre y me convencí de que antes de juzgarlo por lo que le había visto hacer debía estar segura de que él estaba atraído por mí y no eran solo suposiciones mías . Me propuse intentar seducirlo para ver como reaccionaba. Mi primer medida fue ponerme unos shorts y una remera ajustados, quería ver si me miraba. Me pasie todo el día delante de el, me agachaba dejando que se vean mis pechos, lo abrazaba, me senté en sus piernas, me acomodaba las bragas delante de el, pero el no reaccionaba, ni me miraba.

Estaba vestida lo mas provocadora posible y él actuaba como si yo no existiera. Eso me enojo mucho, si bien en principio era lo que espera y deseaba, siempre me había gustado exitar a los hombres y solía tener éxito en eso. Por lo tanto me propuse pasar a mayores. Me fui a tomar una ducha pero con un detalle, no cerré totalmente la puerta del baño. Tuve la precaución de orientar el espejo de forma de que este refleje lo que ocurría en la ducha.

Ya en el baño comenze a desnudarme, pero note que el no venia. Estaba muy desilusionada pensando que había vuelto a fallar mi plan, a los 10 minutos de esperar que el se asome y apunto de abandonar mi plan pude ver atravez del espejo que el se había asomado. Me emocione mucho, mi corazón palpitaba como nunca, pense que iba a explotar. Termine de desnudarme tratando de que él tenga posibilidad de ver todo mi cuerpo.

Me metí en la ducha, el agua estaba fría por lo que mis pezones se endurecieron. Podía sentir su mirada y escuchar sus pequeños suspiros. Me sentía mal, culpable, pero la excitación no me dejaban pensar, solo quería que mi papá vea como había crecido su "hijita". Acaricie mi cuerpo lentamente con el jabón. Me detuve unos instantes en mis erectos pezones tocándome lentamente en forma circular. Mi entrepierna se humedecía lentamente, estaba realmente excitada. Observe por el espejo y pude ver a mi padre mirándome con su miembro en la mano.

El agua era helada, pero el calor de mi cuerpo hacia eso irrelevante. Baje mis manos entre mis pierna y empece a tocar mi clítoris. Apenas le roce con el jabón sentí que me estremecía y acababa, se me escapo un pequeño quejido y me deje caer en la bañera. Minutos mas tarde volví abrir los ojos y salí de la bañera. El ya no esta ahí. No me importaba, total ya había tenido demasiado y no quería ni deseaba tener sexo con el ya que eso si me aprecia demasiado.

Me termine de secar y puse la ropa interior y una bata. Salí del baño en dirección de mi pieza para ponerme la ropa e ir al gimnasio. Al entrar a la pieza sentí un portazo detrás de mi, era mi padre. Su cara me asusto, estaba como descontrolado. Me empezó a gritar que era un putita y que me iba a dar mi merecido, yo intente salir, pero antes de llegar a la puerta me empujo a la cama. Se me tiro encima y me saco la bata mientras me decía al oído que iba a tener mi merecido y que el me iba a enseñar una lección.

Yo estaba muy asustada, no podía creer lo que pasaba, mi padre estaba encima mío y m arrancaba la ropa mientras me decía asquerosidades. Me arranco las bragas y me pego varios cachetaso. Me digo que si gritaba o hacia algo me iba a matar a golpes. Me hizo arrodillar y puso su pene en mi cara. Yo me negué a tragarlo, pero un nuevo cachetazo me obligo a hacerlo. Estuve un rato con su miembro en la boca. Fue la 1ra vez que hacia algo parecido y me causaba mucho asco. Temblaba de miedo, pero a su vez estaba realmente exitada.

Me agarro de las pelos y me puso boca abajo en la cama. Se acostó encima mío y me empezó a besar la espalda. Sentí su pecho belloso en mi espalda. Su transpiración sobre mi cuerpo y su respiración me volvían loca. Yo sollozaba, pero ya no luchaba para que me dejara. Él siguió diciéndome que iba a ser su putita y que hace tiempo le gustaba. Me ordeno abrir las piernas y con fuerza y rápidamente metió su pene dentro de mío ano. Mi grito hizo eco en toda la habitación, el dolor era inmenso, pero a el le excitaba mi sufrimiento. Comenzó a acelerar sus embates haciendo que el dolor aumente en cada envestida.

Con el paso de sus embates el dolor fue dejando paso al placer y yo también comenze a gozar aquella situación. Cuando ya el dolor era inferior al placer, saco su pene de mi culo y me ordeno chupársela. Al rato de metérmela en mi boca comenzó a correrse. Su semen se escapaba por mi inexperta boca pero él me obligo a retenerlo todo en mi boca y luego tragármelo.

Después de eso me encerró en la pieza con la llave y me dejo sola, desnuda, humillada y violada. Me transformo en su esclava durante toda ese fin de semana. Con el tiempo yo también aprendí a gozar con él, pero eso es otra historia............