Historia Bogotana (V).


Lo ocurrido, dejaba deducir que se estaba entrando en una etapa de una despiadada criminalidad económica con el fin de copar determinadas ramas del mercado nacional e internacional. Se obligaba a una reestructuración pero eso también debía ser objeto de un detallado estudio. La dirección alemana de la empresa, invitó a Julián Faber a presentar una propuesta que permitiera una actividad más agresiva pero también algo más efectiva en el mercado a cargo de la subsidiaria colombiana.

Julián estaba realmente convencido que Germán Lagos era la persona idónea para ese cargo, su nacionalidad, su disciplina, su capacidad técnica y administrativa y su calificación conductiva le hacían apto para el cargo. Pensaba que no sólo retribuía a Germán por su excelente comportamiento en el desempeño de sus funciones, sino que también, de rebote, a su secretaria y amante Ana Cecilia. Ese aspecto amoroso no se había enfriado ni mucho menos, pero ambos eran extremadamente cautos en su comportamiento. Después de aquellos días magníficos vividos en Quito, habían sido muy pocas las veces que se pudieron acostar juntos, aunque nunca faltó la oportunidad para un beso robado o una pasada de mano sobre esas curvas sensuales de Ana Cecilia. Para ocupar otros cargos de gerencias de áreas tenía buenos ingenieros, pero Germán dejaba vacante una gerencia en el área de electrónica industrial que debía ser cubierta por nuevos expertos. Un antiguo amigo de su madre y de la familia de la rama colombiana de Julián Faber, había entrado en contacto con él recomendando los servicios de una sobrina suya, quién se había recibido de ingeniero y estaba ejerciendo en la rama de robots programables desde hace dos años. Ing. Luz Hernández se llamaba la aspirante. Tubo una breve entrevista con ella. Carácter firme, resuelta, buenas calificaciones, buenas recomendaciones, 27 años bien llevados.  Mira Luz, nosotros estamos en un momento de reestructuración de los cuerpos jerárquicos. Cuando eso lo tenga claro te llamaré, puedes contar con ello. Algunos días más tarde, Julián volaba a Europa para presentar su propuesta.

Dennis estaba sumergida en sus quehaceres domésticos, Julián se había marchado a Alemania y Eva estaba en la escuela. - Hola Dennis, ¿qué tal las cosas?. Se quedó helada. La voz le era conocida. Giró a la velocidad de un rayo. Frente a ella estaba aquel hombre que la había mantenido en cautiverio esos días indudablemente funestos, pero que no obstante había dejado un algo dentro de ella. -¿Qué hace Ud. aquí?. ¿Cómo entró aquí?. ¿Qué busca ahora? - Despacio Dennis, vamos por partes y no tiembles que no te haré daño. ¿Qué como entré?. Pues no te olvides que soy un malhechor y entrar en una casa no es un problema. Las otras dos preguntas son un poco más difíciles de responder. Digamos que tenía ganas de verte. Realmente estaba nerviosa y no podía contener el temblor de sus manos, pero lo que más la irritaba es que no tenía miedo. Tenía ansiedad. No recordaba a ese hombre como su secuestrador, sino como el hombre que le brindara un placer que aún no había olvidado. Ese hombre no la violó, no, ella le pidió que la penetrara y gozó de él y con él. - ¿Cómo se atreve a venir aquí? - Porque sé que estás sola Dennis, y quería verte nuevamente. Compruebo con alegría que estás tan bonita y seductora como siempre. El se acercaba y ella temblaba. Le tomó la barbilla con su mano y le dio un beso en la boca. Dennis dejó de temblar ante el calor de aquella boca que le traía a la mente aquel beso poco antes del clímax de aquella tarde. Otro beso, Dennis no lo rechazaba. La tomó por la cintura la atrajo hacía si y le dio un beso apasionado, que rompió todas las barreras de protección que había construido Dennis en los minutos anteriores. Se entregaba a esos brazos, a esa boca, a ese hombre que sabía poseerla, sabía que ahora iría a la cama con él. Sabía que no se resistiría a él. Ansiaba ser suya. Ella le devolvió el beso apretándose contra su cuerpo. La tomó en sus brazos llevándola al dormitorio, acurrucada contra su pecho, besando su boca ardiente. Se desnudaron recíprocamente, uno al otro, despacio, gozando cada trozo de piel que quedaba en descubierto, besándose, acariciándose. Al suelo cayeron las bragas y los calzoncillos. Dennis ardía, él estaba agarrotado, dejando deslizar su palo entre las piernas de ella mientras se chupaban los labios. Dennis se arrodilló, tomó el pene entre sus manos, lo lamió, dejando correr sus labios en todo el largo para finalmente besarle y chuparle los testículos y volver besando y lamiendo a apretarle el glande entre sus dedos para pasarle la lengua por la abertura. El cerró los ojos. Un gesto de placer se le dibujó en su cara cuando sintió su pene cobijarse en el calor de la boca de Dennis. Acariciándole los testículos con las dos manos para dejar sentir sólo su boca sobre el pene, lo mamó hasta que explotaron los regeros de semen que salía expulsados de esa polla. Abrió la boca, tragando, chupando, lamiendo, besando. El cayó de rodillas frente a ella para besarla. Quedaron tumbados sobre el piso, entregándose al placer que le brindaban los hermosos senos de Dennis y sus no menos incitantes pezones erguidos.  Te has desquitado Dennis, esta vez me has hecho gozar tú a mí. Eres encantadora. Creo que te volveré a raptar pero ya no te devolveré más. La tomó en sus brazos la acostó sobre la cama y en el éxtasis de un beso apasionado ubicó su pene dentro de esa vagina, que tanto había deseado desde la última vez que la tuvo. Un polvo que perdió todo control de tiempo y en el que Dennis dejó el alma en tres cadenas de orgasmos que no terminaban de parar. Quedó agotada, atontada, desfallecida, quizás perdió el conocimiento o se durmió pues cuando recobró sus sentidos estaba sola y desnuda sobre la cama. Su amante desapareció de la misma manera que había llegado. En la cara se le dibujó una mueca de satisfacción. Pensaba en lo ocurrido. No se había convertido en una esclava mental de ese hombre, pero debía aceptar que tenía una determinada dependencia sexual de él. Todo lo que se vinculaba con él le producía una excitación sexual. Dos polvos vividos con él y uno con su compañero o compinche le crearon una cadena de orgasmos, que casi la matan de gozo.

Eran las 10 de la mañana del día siguiente cuando sonó el teléfono. Hola, soy yo. Ella reconoció esa voz y se quedó muda, un sudor frío le corría por la espalda. Hola.  Mira Dennis, mi compañero y yo nos queremos disculpar de los malos momentos de aquellos días y deseamos invitarte hoy, a ti y Eva, a comer en el centro.  Eso no es posible. -¿Por qué no?. Están solas, nos conocemos y no las vamos a comer. No veo nada malo en que comamos juntos. - ¿Nos vemos a la 2 de la tarde en el restaurante? - Creo que no.  Toma lápiz y bolígrafo y anota: ... carrera 24-C, número 20-10 sur. El restaurante se llama "Donde canta el sapo", es típico te va a gustar, a las 2 estamos allí. Si te decides ven, me vas a dar una alegría. Cuando Dennis colgó el teléfono sabía ya que iba a ir. Eva volvió de la escuela a las 12,30 hs. Dennis le contó lo de la invitación.  Creo que podríamos ir, dijo Dennis.  No lo sé mamá, quizás no es correcto, no te olvides de quienes son, pero si tú vas, yo te acompaño. Eva tenía razón, Dennis no sabía ni siquiera el nombre de los individuos, ni quiénes eran, ni dónde vivía, ni que hacían. Pero eso no parecía preocuparle mucho. Cuanto menos supiera, más protegida estaría. Poco después de las dos de la tarde entraban las dos en el local. Se hicieron los saludos y los pedidos, se inició una conversación superflua. Eva, miraba al mayor de los dos y veía ante sus ojos aquella polla gorda, larga y tiesa que se metiera primero en la vagina de su madre y después en su boca, y que ella había mamado sin que nadie la obligara a hacerlo, lo mismo que la del joven a quién, al hablar, le veía mover la lengua tal como lo hiciera aquella noche sobre sus labios vaginales. A Dennis le sucedía algo parecido. La polla de ese joven le había penetrado el ano y le había dado un placer infinito. Sintió que sus bragas se humedecían entre sus piernas.  Estamos viviendo en la casa de mi hermano, en su chalet del barrio norte. Cuando terminemos nos acercamos hasta allá, y luego os traeremos de regreso hasta vuestro coche. Dennis aceptó enseguida, mientras Eva permanecía callada. Detuvo el coche frente un hermoso chalet allá por la 7ª y 84 hacia La Calera. Era un chalet de lujo. El mayor abrió la puerta, penetraron en la sala. - Ven Dennis te mostraré la casa, dijo el más joven y Dennis se fue con él.  Tardarán en volver Eva. Ven, siéntate a mi lado. Eva se sentó junto a él en el sofá, la mano del hombre se posó sobre sus rodillas. - ¿Sabes que no he podido olvidar tu boca chupándome?. Bésame. Eva no se resistió pero sus rodillas temblaban. La levantó en sus brazos y la llevó a uno de los dormitorios de la planta alta. Al pasar por una habitación sintió la voz de su madre. Desnúdate, Eva, le dijo al cerrar la puerta. Se desnudaron. El pecho de Eva era demasiado pequeño para aguantar la agitación de sus pulmones. Las mejillas le ardían, la boca se le secó, sentía un calor que le haría explotar la cabeza. Su juventud le estaba jugando una mala pasada. Estaba caliente y ya no se resistiría más. Media hora más tarde perdía su virginidad. Esa polla gorda, larga y tiesa se había albergado en su vagina y ella se estaba corriendo besando con desesperación a ese hombre, que el día anterior casi mata a su madre de placer.

Mientras todo eso sucedía dentro de la casa, afuera el policía jurado que custodiaba la urbanización tomaba nota de la matrícula del vehículo que estaba estacionado frente a la puerta del chalet. El coche llevaba matrícula de Medellín. Unas semanas antes la policía había acribillado a balazos a Pablo Escobar, el cabecilla del cartel de narcotráfico de Medellín y su gente había jurado ajustar cuentas con los "PEPES" (perseguidores de Pablo Escobar). Por otro lado los dueños de ese Chalet estaban en Europa y esa gente tenía muchas atenciones con los policías que custodiaban la urbanización. El policía llamó a su central.  Ud. no intervenga, quédese custodiando que en pocos minutos estarán allí los nacionales. La policía irrumpió en el chalet y pocos minutos más tarde salían los cuatro casi desnudos y fuertemente custodiados. Los dos hombres estaban siendo buscados por diversos delitos. Dennis y Eva pasaron inmediatamente a disposición del juez. A Dennis se le abrió un expediente por asociación indebida y prostitución de su hija menor de edad, pasando directamente a la cárcel de mujeres, hasta que se le iniciara el juicio. A Eva se le abrió un expediente por prostitución. El juez solicitó un chequeo médico y su internación en un correccional de menores hasta que se decidiera sobre ella.

Eva llegó al correccional en compañía de un guardia. Fue conducida a la enfermería para que el médico le hiciera el chequeo ordenado por el juez, del que se debería deducir sus costumbres sexuales. La enfermera la recibió - Esto durará mucho. Nosotros avisaremos cuando terminemos. El médico era un hombre de unos 50 años, robusto, fuerte. La enfermera algo más joven y brusca.  Desnúdate, dijo el médico. -¿Aquí, delante suyo, doctor?. El médico fue al escritorio a recoger el expediente. -¿Tú eres, Eva Faber de 16 años? - Sí, doctor. El médico le mostró la carátula del expediente a la enfermera. En letra grande y subrayada se leía la calificación "PROSTITUTA".  Bien, vete detrás del biombo y desvístete. Luego vuelves aquí. El médico le hizo una guiñada a la enfermera acompañándola de una sonrisa, señas ya conocidas por ella. Se fue del recinto cerrando la puerta detrás de si. El médico le echó llave por dentro poniéndose las llaves en el bolsillo. Eva apareció con sus bragas y sostenedor. Quítate el sostenedor que tengo que auscultar tus mamas. Se las auscultó exhaustivamente al punto que los pezones de Eva se endurecieron. - Eva te tengo que hacer unas revisiones que son dolorosas. Para evitarte el dolor te aplicaré una anestesia, y sin esperar respuesta le clavó la inyección. A los pocos instantes Eva quedó profundamente dormida. Aún en los últimos instantes de lucidez, pudo percibir que le quitaban las bragas. El médico se había desnudado, penetrado su polla por la vagina de Eva y en estos momentos se la estaba follando a gusto manteniéndola sobre la camilla con las piernas abiertas y levantadas. Gozaba de esa argolla que parecía ser virgen, pero que albergaba su pene en todo el largo y en todo el ancho. Vació sus pelotas dentro de ella gozando al ver que sus vellos se confundían con los de Eva. Ni un milímetro de pene se veía fuera de la vagina mientras eyaculaba. Ese cuerpo joven, desnudo, tierno y bien formado lo excitaba. La dio vuelta para ver su ano e intentó metérsela, pero el conducto era muy estrecho para arriesgar eso. La volvió a dar vueltas dejándola con las piernas colgando de la camilla. Se llenó la boca con un seno, mientras sus dedos se entretenían en buscar jugos de la vagina y pasárselos por el ano. Le penetró el dedo índice mientras su boca continuaba chupando y lamiendo tetas y pezones. Más tarde fueron dos dedos pero el ano no se dilataba lo suficiente. Desistió de su propósito. Tiró del cuerpo hacia el otro extremo de la camilla dejando su cabeza colgando hacia atrás. Le puso el pene en la boca disfrutando de la respiración tibia y del calor que emanaban de ella, se la pasó bien por los labios y comenzó a masturbarse. Cuando sintió que le venía se la puso en la boca, girándole la cabeza hacia el lado para que no se ahogara. Todo el semen corrió dentro de su boca aunque una poca parte quedó dentro de ella. Le fue volviendo la cabeza lentamente hacia atrás observando como ese resto de semen desaparecía por su garganta. De su armario tomó una cámara fotográfica. Colocó su pene en la boca de Eva y le tiró varias fotos poniendo la cabeza en diversas posiciones. Luego le penetró la vagina tirando una serie de fotos con el pene fuera, a medio entrar y totalmente dentro de ella. Inmediatamente por encima de su vulva, Eva tenía un lunar en forma de gota que era inconfundible. El cuerpo tierno y fresco de Eva le provocaba una erección casi continuada. Dejó la cámara y tomando a Eva por debajo de las piernas se las separó todo lo posible. Le echó otro polvo que al descargarse, casi le hace perder el equilibrio.

Eva volvió en si.  Eva sentirás un gusto raro en la boca, lo cual es efecto de la anestesia. Bebe un poco de agua y se te pasará. Se te hizo una endoscopia anal y se auscultó tu matriz. Tu matriz tenía muchos restos de semen. Es posible que estés embarazada de manera que para evitar eso la enfermera te dará ahora unos medicamentos abortivos. Tómalos que será lo mejor para ti. Vístete y espera a que vengan a por ti.

A Dennis no le fue mucho mejor. Su buen cuerpo y sus labios gruesos eran codiciados por muchas mujeres de la cárcel. Al principio le gastaron bromas pesadas pero más tarde el asunto fue más serio.  Oye macho, dijo una de las reclusas al guarda.  Te vamos a entregar a la nueva. Cepíllala bien que después es nuestra. El guarda sonreía.  Dennis, ve con el guarda en busca del pedido de productos de limpieza que hicimos la semana pasada. Toma un carro para traer todo. Dennis se fue acompañada del guarda. Bajaron al sótano. Dieron vueltas por muchos corredores. Entraron en un almacén de artículos varios, entre los que se encontraban los de limpieza y al fondo una litera con un colchón. Fueron hasta el fondo.  Bien, apoya tus manos sobre la cama y bájate los pantalones. - ¡Qué dice! - Lo que has oído putita, o crees que no sabemos por lo que tú estás acá. No tuvo muchos miramientos con ella ni tampoco tardó mucho en alojarle la polla en el culo. El guarda no era tan suave como sus amigos. Se ensañó con su ano. Después de revolvérsela a gusto por todo su conducto anal, la sacó y tomándola por los cabellos la obligó a mamársela. Dennis sintió por primera vez el sabor de su propia mierda pero se tragó hasta la última gota.  Has estado muy bien, cariño. La próxima vez te reviento la argolla. Las dos mujeres más fuertes e influyentes de su sección la amadrinaron ofreciéndole protección contra todo riesgo, a cambio de favores sexuales. No pasó día sin que no se tuviera que comer por lo menos un coño o dejarse penetrar por todos lados con todo tipo de juguetes. Cualquier mujer del correccional (y casi todos los guardias) se podía pasar una horita con ella, a cambio de dinero, especies, o favores personales a las madrinas. El día en que las madrinas recibieron un paquete conteniendo unos sobresitos con un polvo blanco, se tuvo que aguantar dos horas en los depósitos, a tres guardias que se la follaron simultáneamente rotando en sus puestos y no faltó una gorda que le meó en la boca mientras otras dos le mantenían la mandíbula abierta. En pocos meses la convirtieron en la puta de todas las putas recluidas allí. Todos querían follar a la mujer del director, que por cierto estaba muy buena. Por las noches lloraba desconsoladamente, pero ya era tarde.

La demanda de divorcio y la orden judicial quitándole la patria potestad sobre Eva le llegaron casi al mismo día. Dennis se derrumbó. Julián no fue a visitarla pero sí consiguió la libertad provisional de Eva hasta que se le iniciara la vista por prostitución. Julián pudo obtener su regreso a la escuela y todo parecía encaminarse algo mejor. Pero Eva ya había caído en la red, en esa telaraña en la que quedan aprisionados los que son fichados por el aparato del "sistema". Una vez dentro no te salva ni la toma de los hábitos eclesiásticos. La corrupción, la villanía, el desprecio a los derechos de los hombres y a los hombres mismos, todo se pone en movimiento para atraparte, para sacar de ti el mejor partido posible, para estrujarte y sangrarte mientras sea posible.  Eva Faber, puedes venir por favor, dijo la directora de la escuela entrando a la clase.  Eva, hay dos señores de la policía que quieren hablar contigo. Ve a la sala de visitas. Los dos hombres jóvenes se identificaron como inspectores de la policía.  Señorita Faber, estamos a cargo de una investigación por un echo de sangre. Un hombre joven fue encontrado muerto y tenía estas fotos en su bolsillo. Pusieron sobre la mesa una foto de ella dónde se le veía chupando un pene, con los ojos cerrados en señal de goce, varias fotos en las que se veía un pene en varias etapas de penetración en su vagina. Según el informe médico, tu tienes un lunar así, ¿o hay que comprobarlo?.  No señor lo tengo - ¿Reconoces ser tú la niña de las fotos?.  Sí señor pero ... Nada de peros Eva, tendrás que acompañarnos. Todo eso no era verdad. Las fotos las habían obtenido del médico corrupto a cambio de otros favores de índole similar. Pero allí estaban esos señores de la policía con las fotos en la mano y podían hacer mucho daño si se lo proponían. Eva estaba trastornada. Acompañó a los inspectores al coche. La hicieron sentar atrás y la esposaron. Uno de los inspectores se sentó junto a ella. Eva lloraba. ¿Por qué lloras?. Primero haces las cagadas, te dejas cojer, mamas pijas y cuando estás en un lío, lloras.  Yo, no lo hice. -¿Ah, no?. ¿No te reconociste tú misma en las fotos? - Yo no lo hice, es un montaje. No, no lo es, ya fue comprobado.  Pero yo no lo hice.  Mira, Eva estás en buen lío, tienes antecedentes de prostitución, estás en libertad condicional y ahora estás envuelta en un crimen. ¿Sabes lo que pasará cuando te presentemos al fiscal?. Pues irás a la cárcel. Eva lloraba. Mira nosotros también quisiéramos hacer desaparecer todo este expediente, pues las fotos te involucran a ti y el hombre que las tenía ya está muerto y no puede hablar, pero para nosotros es un riesgo, y nadie asume un riesgo sin tener una recompensa.  Mi padre les pagará bien.  Hasta hora este hecho lo conocemos nosotros tres. Cuando tu padre o cualquier otra persona se entere de esto ya no hay arreglo posible, "muchas manos en un plato hacen mucho garabato", dice el refrán y nosotros no corremos el riesgo.  Pero yo no podré pagarles.  Con dinero no, pero podemos llegar a un acuerdo. -¿Cómo? - Te dejas cojer por nosotros. Gozar de ti es también un buen pago. Eva quedó paralizada. Abrió sus ojos aterrorizados.  Te tienes que decidir ya, pues falta poco para la fiscalía. Eva lloraba.  Rápido y preciso. Sí o no ¡dilo! . Eva asintió con la cabeza. Muy bien pero no lo haremos aquí. Iremos a un lugar más cómodo que tú no debes conocer. Tírate sobre el piso del coche. Llegaron a una casa solitaria, propiedad de un reo con el que compartían favores. - Bueno a desnudarnos. Comienza Eva. Las miradas lascivas de los inspectores, le daban asco, pero allí estaba desnuda frente a dos hombres desnudos dispuestos a follarla sin que ella pudiera resistirse.  Tengo que darte dos noticias, una buena y otra mala y como tú no estás para adivinanzas te diré la buena: No te vamos a embarazar. Eva sonrió. - Y ahora la mala, te vamos a fornicar por el culo. Sé que por detrás eres virgen y yo seré el primero que te penetre. Mírame bien, así podrás contar a tus nietos que un oficial moreno y guapo de la policía nacional fue el primero en penetrar tu hermoso culo con una hermosa pija gorda y dura, que es la que ves acá. Ponte en cuatro patas sobre el colchón y abre bien las piernas que con saliva va a entrar. Eva temblaba, se convulsionaba de dolor en cada centímetro que le iba adentro, lloraba, gemía. Le brotó sangre pero no había compasión para ella. La otra polla se abría paso entre sus labios. Chupa, nena que te vas a chupar tu libertad, chupa y traga, y no te olvides por qué lo haces. No comenzó a follarla hasta tenerla totalmente penetrada. Tardó bastante pero lo hizo. Eva tenía el culo desgarrado. Comenzaron los viajes por el recto en el momento en que su boca se le llenó de savia policial. Traga pendeja, traga esta descarga y no sueltes mi pija. Manténla calentita en la boca hasta que me haga cargo de tu culo. ¡A ver si acabas tú, que estoy cachondo!. Cuatro horas la follaron sin piedad y con sadismo El culo le sangraba, el coño le ardía y la lengua se le pegaba al paladar por el semen descargado dentro de ella. A la hora de todos los días regresó a su casa de la escuela. Subió corriendo a su habitación a darse un baño. En su mano llevaba lo que parecía ser un expediende policial.

Pocos días mas tarde Julián recibía una carta anónima, con las mismas fotos y en la que se le preguntaba si tenía diez mil dólares disponibles. A la semana Eva partía para Europa, a vivir con sus abuelos y tíos y continuar allá sus estudios.

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Nota del autor: mis historias son ficticias. Cualquier parecido con lugares, nombres o situaciones similares es pura coincidencia.